Los muertos


Hoy otro difunto.

El día de nochebuena uno, hoy otro, y alguno próximo a serlo. Pues esto nunca se sabe. La sabia Naturaleza la que nos da la vida y nos la quita, lo hace a su antojo.

 Y como estamos en todo el meollo de la Navidad, bien podríamos decir   que la cultura navideña es literatura subversiva, y un lenguaje hipócrita que   desmonta toda su legitimidad

Las Navidad de nuestra sociedad cucharera reflejan que la grandeza y la miseria del cristianismo residen en la capacidad de no  regenerar ya la  cultura que tuvo. Ni vemos salir a gente de la Misa del Gallo ni tampoco de la de Navidad.  Esta fe religiosa, desde sus orígenes, quiso penetrar en las estructuras sociales y, pronto tras muchos avatares, se convirtió en la ideología que empapó y sostuvo un imperio. Recuerdo un cura que había por los años 36 y posterior (‘Emereciano’) de la peor casta que la Iglesia con mayúscula pueda haber ordenado.   Todos los años por estas fechas nos levantamos las mismas voces: laicistas  y radicales, mientras que otros lamentan que el famoso secularismo esté borrando las señas cristianas.

 Las borra por el exceso que cometieron curas como el nombrado más arriba. O, hoy, porque concubinas y emancipadas tengan en sus manos los “santos evangelios” que denigran sus sabias lescrituras. Pero como a la iglesia cucharera la escasean los devotos, “lo que venga vale”.  Que pasa desapercibida  la consideración seria y contextualizada de los relatos evangélicos de la Navidad, que nacieron en comunidades marginadas y perseguidas en el imperio romano. Esta gente que leen y además se levantan bulos primero con migo, y con la Ex y luego,  no esta para fábulas idílicas ni será capaz de crónicas como la carta que contestó el Lucas Yuste por la EX en el D. de Ávila. Mientras la iglesia de cobijos y comunión a pecadores como estos y otros que también leen y sirvieron al régimen fascista, cada día tendrán menos devotos.   Lo que está en juego es la identidad de unos individuos bajo sospecha por las autoridades eclesiásticas dando cobijo y estigma a aquel fundador crucificado. Que yo llamaría como J. C. Scott, en su libro un “lenguaje disfrazado”.

Estos días de Navidad ‘los deseos de paz’ suenan a tópico efímero. Que esos “maltitos de mi padre” cuando leen lo evangelios hablan de que nace un niño, son como  la fuerza y la rapiña sobre la que se fundan sus lecturas. Este “seneca” que no vino aquí -después de llevarse unos euros de los fondos publicos- a levantarnos la ciudad de Sodoma y Gomorra se le debían de caer los evangelios  de las manos.

Nuestra sociedad cucharera como tantas, se seculariza; no penetran nuevas influencias culturales ni pobres ni ramplonas; los elementos cristianos se vacían de sentido porque la fe se empequeñece y las tinieblas religiosas aumentan. Paradójicamente ese niño que nace denuncia la fuerza de los ricos, critica los tabúes, empuja a una paz que sea más que una fuerza congelada.

La fractura de la familia cristiana de Pedro Bernardo  como la política,  no son capaces de recupere su interesante potencial de cultura de crítica y resistencia. ¡Hay la critica!, pero hoy no toca

Un pensamiento en “Los muertos

  1. EL NIHILISMO GENERALIZADO DE LA POSMODERNIDAD, ES SINTOMÁTICO __DEL RECHAZO DE LA SOCIEDAD ACTUAL A LA RELIGIÓN DE CREENCIAS SIN COMPROBAR, ADUCIENDO FALAZMENTE QUE ES PALABRA DE DIOS__ Y DE LA NECESIDAD URGENTE DE ACTUALIZAR EL CRISTIANISMO PARA AFRONTAR CON ÉXITO LOS RETOS DE LA MODERNIDAD; de tal modo que se pueda vivir y practicar, no en y desde lo religioso y lo sagrado, sino en y desde el humanismo secular, la pluralidad y el sincretismo. Enmarcándolo en la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, conceptualizada por la sabiduría védica, instruida por Buda e ilustrada por Cristo; la cual concuerda con los planteamientos de la filosofía clásica y moderna, y las respuestas y aplicaciones que la ciencia ha dado a los planteamientos trascendentales: (psicología, psicoterapia, logoterápia, desarrollo humano, etc.). Sincretismo religioso expresado por Raimon Panikkar fruto de sus frecuentes viajes a la India: «Me marché cristiano, me descubrí hindú y regresé budista, sin haber dejado de ser cristiano». http://www.scribd.com/doc/42618497/Imperativos-Que-Justifican-y-Exigen-Urgentemente-Un-Nuevo-Enfoque-Del-Cristianismohttp://www.scribd.com/doc/42618497/Imperativos-Que-Justifican-y-Exigen-Urgentemente-Un-Nuevo-Enfoque-Del-Cristianismo

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