El cadaver de tu enemigo


http://youtu.be/d011M5N8dhw Copiado
Se suele dar por hecho que un refrán es un compendio de sabiduría popular….y sin embargo….

Veamos éste: “Sólo tienes que sentarte en la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo”

Supongo que fue originalmente un elogio de la paciencia, o tal vez del triunfo de la justicia, o de la aceptación pacífica de las maldades ajenas, no sé…

Pero a mí se me ocurren algunas cosas al respecto.

Punto 1: “verás pasar el cadáver de tu enemigo” ¿Sí? ¡No me digas! Nunca vi ni espero ver pasar cadáver alguno. En todo caso pasarán sus deudos llevándolo en un cajón, con sus zapatitos lustrados y el mejor trajecito, como cualquier cadáver que se precie. O pasará en un coche fúnebre, manejado por otro además, pero ¿ver pasar el cadáver, así solito?

– “Mirá ahí anda el cadáver de Tal o de Cual…”

No, decididamente no me suena.

Punto 2: Aun aceptando que el mencionado cuerpo inanimado esté dentro de un féretro, debidamente acarreado por la familia ¿qué va a venir a hacer a la puerta de mi casa, si el cementerio más cercano queda en la loma del corcho?

No creo que el último deseo de mi enemigo sea venir a darme con el gusto, y deje expresas instrucciones de que lo traigan a pasear por acá

Punto 3: Lo más probable es que mi contrincante esté sentado en la puerta de SU casa esperando ver pasar MI cadáver. Entonces, ¿quién me garantiza que no sea yo quien vaya primero para aquel lado y no a la inversa?

Punto 4:¿El que popularizó este refrán no tenía nada más entretenido que hacer que esperar cortejos fúnebres? Yo no tengo tiempo para perder en semejantes boludeces.

Punto 5: Si me llego a sentar en la puerta de mi casa, para ver pasar lo que sea, lo más probable es que termine yo en cadáver. ¿O no leen los diarios? ¿No vieron la inseguridad que hay? Mirá si voy a amurallar toda mi casa para sentirme segura, le voy a poner alarma, reflectores con sensor de movimiento, rejas en todas las aberturas, alambres de púas alrededor de las rejas, cactus en los umbrales, voy a alimentar una docena de perros bravos, voy a estar conectada a la central de policía, y después de armar semejante bunker, me voy a ir a sentar DEL LADO DE AFUERA, sólo por las dudas se ande paseando algún difunto trasnochado.

Punto 6: Algo para agregarle al punto 1. Si el cadáver pasa en un féretro, adentro de un coche fúnebre y tapado de palmas y coronas ¿Cómo se supone que voy a verlo? ¿Y si se equivocaron de occiso?

Punto 7: Supongamos que a pesar de todo lo dicho, decidiera sentarme y esperar la carroza ¿qué garantía me dan de que no va a pasar justo cuando yo entre a preparar un café, o a tomar una coca, o a ir al baño, a “destomar” cualquiera de ambos? ¿Y si suena el teléfono, o entro a ducharme justo cuando viene mi enemigo en estado de fiambre? ¿O acaso no voy a comer, a higienizarme y dormir nunca más, sólo para que no se me pase la procesión?

Conclusión de conclusiones: en materia de enemigos, si uno no se toma el trabajo de matarlos personalmente (cosa poco recomendable por innumerables razones que podrían generar otro post) es al cuete esperar para ver sus cadáveres.

Más sano es seguir la propia vida sin desearles ni bien ni mal, porque lo primero es hipócrita y lo segundo es improductivo.

Y en materia de refranes, a éste podemos tacharlo de la lista porque de sabio no tiene nada.

Ahora, si ustedes quieren ir a sentarse en la puerta para ver pasar despojos hasta el próximo sábado, yo no me hago cargo, pero igual los espero con otro post fresquito para ese entonces. Un beso Graciela.

 Publicado por Graciela L Arguello en 00:35

Etiquetas:

3 pensamientos en “El cadaver de tu enemigo

Deja un comentario