Una noche toledana


Una noche toledana.

Los toledanos siempre han sido un pueblo rebelde e insubordinado contra sus opresores y siempre trataron de vivir con cierta independencia.

Revelémoslo contra este alcalde desequilibrado,  que nos hizo vivir con sus torpezas y desidias una “noche toledana”.

El latín nos explica por qué cualquiera puede ser ministro pero no maestro. Este alcalde ni ministro, ni maestro, ni concejal.

Lo de esta noche es, para que se fuera sin esperar un minuto más. Que dejara pasar a  Maria o con un Gobierno de coalición.

Se conformará y se recreara con que le veamos esta tarde (yo no)  diciendo las patochadas de siempre. El se ve guapo “y siente un extraño en su cuerpo” como diría tío Joaquín Díaz.

¡Se puede ser mas inútil en un cargo?  Como el duerme allí abajo a pata suelta como los negados, no se ha enterado de . Es un vago impreciso, que no sabe lo que a un pueblo le ocupa y preocupa. Que sube en coche desde la Nabal  al Rollo, y desde el Rollo al Ayuntamiento.

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  1. Podríamos emularle como   Einstein a Mileva
  2. Deberás asegurarte de:

   mantener mi ropa y la del hogar en buen estado.

   servirme tres comidas en mi habitación.

   mantener mi dormitorio y el estudio limpios, y debe quedar claro que mi mesa de trabajo es para mi uso exclusivo. Eso piensa este inepto que él y solo él.

  1. Renunciarás a cualquier tipo de relación personal conmigo en la medida en que no sean estrictamente necesarias por razones sociales. En concreto, renunciarás a:

   sentarte en casa junto a mi.

   pasear o viajar juntos.

  1. Tendrás en cuenta los siguientes puntos:

   no mantendremos relaciones íntimas, ni me reprocharás nada.

   dejarás de hablarme si yo te lo pido.

   abandonarás mi dormitorio o estudio inmediatamente, y sin protestar, si te lo pido.

Te comprometerás a no menospreciarme delante de nuestros hijos, ya sea con palabras o hechos

 

Así que nosotros acallar, y a velarle a él su sueño.

No se le pueden permitir más sus barrabasadas, con carencias de todo tipo en el pueblo.

Él, con que le emulen cuatro necios de los de siempre se siente un prócer

 

Pasar una noche toledana se dice de la persona que pasa una noche sin dormir, a causa de disgustos o molestias.

Según el maestro Correas, en su Vocabulario de Refranes, este dicho proviene de que «las mozas toledanas, en la noche de San Juan, permanecían a la escucha de la primera palabra que oían en la calle a partir de las doce, pensando que con el que se nombrase se habían de casar».

Sin embargo, según José Mª Iribarren, el verdadero origen de esta frase hay que buscarlo en el Tesoro de la lengua castellana, de don Sebastián Covarrubias, el cual dice lo siguiente: «Noche toledana, la que se pasa de claro en claro, sin dormir, porque los mosquitos persiguen a los forasteros, que no están prevenidos de remedios como los demás».

“Un tonto hace ciento teniendo los mimbre y el tiempo” “Ni cenamos ni se muere padre”

«Si el sabio no aprueba, malo; si el necio aplaude, peor»

La vanidad de este individuo es incorregible. Nos hallamos gobernado por un necio que nos aturde con su charla insustancial y pedantesca. De pronto se dirige a nosotros, como en el pregón que nunca dice nada. Solo prodiga sonrojantes elogios a sus aduladores. Me cuentan que están recogiendo firmas para que se vaya. “váyase, alcalde”

 

 

 

 

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